Teotihuacán was founded at the opening of the second century. It was the capital of the most important culture of central Mexico. The ceremonial zone was surrounded by a carefully planned city over an extension of 20 kilometers – that came to have up to 250,000 inhabitants. In its era, it was one of the most populated cities in the world.
When the Aztecs discovered it in the year 1300,this imposing religious center sacked and abandoned six centuries before,they thought that it had been constructed by giants and they callsed it “The City of the Gods.”
The ceremonial grouping is formed by two great pyramids – The Sun and The Moon – and by temples and homes distributed at the length of the Walk of the Dead. The main building is the pyramid of the Sun, whose sides measure 220 meters and has a height of 63 meters. Anciently there was a temple on the upper part. (top)
To the south one finds the Temple of Quetzalcoatl, one of the most sumptuous monuments of prehispanic Mexico. It is decorated with feathered serpent heads, the sign of this civilizing god that transmitted to men science and wisdom, and representations of Tlaloc, the god of rain.
A partir del siglo II a. de C. se fundó Teotihuacan. Era la capital de la cultura más importante del centro de México. La zona ceremonial estaba rodeada por una ciudad- cuidadosamente planeada sobre una extensión de 20 Km²- que llegó a tener hasta 250,000 habitantes. En su época, era una de las ciudades más pobladas del mundo.
Cuando en el año 1300 los aztecas descubrieron este imponente centro religioso saqueado y abandonado 6 siglos atrás, pensaron que había sido construido por gigantes y lo llamaron la “Ciudad de los Dioses”.
El conjunto ceremonial está formado por dos grandes pirámides -la del Sol y la de la Luna- y por templos y casas distribuidos a lo largo de la Calzada de los Muertos. El edificio mayor es la pirámide del Sol, sus lados miden 220 m. y tiene una altura de 63 m. Antiguamente había un templo en la parte superior.
Al sur se encuentra el Templo de Quetzalcóatl , uno de los monumentos más suntuosos del México Prehispánico. Está decorado con cabezas de serpiente emplumada, símbolo de este dios civilizador que les transmitió a los hombres la ciencia y la sabiduría, y representaciones de Tláloc, el dios de la lluvia.